Recientemente publicamos el reportaje que realizamos en compañía de M & A recogiendo su vida en Alemania, hoy aprovechamos para mostraros cómo fue su caja de boda y la versión que realizamos para la madre de la novia.

Es un caso muy particular ya que la madre de la novia nos pidió una caja de fotos para ella.

Comenzamos mostrándoos lo especial y personalizada que fue la caja de esta joven pareja. La caja para M & A fue ilustrada por Julio Antonio Blasco que recientemente ha ganado el concurso para el cartel de la Fira del Llibre de València de 2017.

Cada lugar de la caja recoge momentos y detalles que significan mucho para los novios, de forma que siempre que ven su caja de fotos de boda simboliza aún más que eso, es parte de su historia y de su vida en común. Comenzando por las características casas de Wetzlar.

Para ellos significaron mucho esos días en los que Adolfo les fotografiara por las calles alemanas, por eso nos pidió que representásemos ese momento en la caja.

Habitualmente la tapa es un lugar en el que solemos recrearnos con el ramo de la novia, pero en esta ocasión optamos por aquellas aficiones y detalles que les apasiona, como las converse, las películas de Disney, Dragon Ball y su perro Derek.

Los pompones de colores estuvieron muy presentes en la decoración de la boda, y es lo que hace que el interior de la caja sea una explosión de color.

Como os contábamos al comienzo, realizamos una segunda caja fandi, ésta con nuevas ilustraciones inspiradas en la anterior y con los momentos y detalles que eligió la madre de la novia. En esta ocasión se eligió una gama distinta, acorde con los colores de la casa que iba a habitar.

Y sí que hubo re-interpretación del ramo, además del libro de huellas que hubo decorando la boda.

La escena del coche es un guiño curioso en la boda, porque no hubo tal momento.

La escena de Dama y Vagabundo pasó a convertirse en el momento del postre, un postre muy peculiar porque tenía luz y chocolate blanco, y dio lugar a muchas anécdotas.

También la madre de la novia quiso tener un recuerdo de la sesión en Wetzlar, de modo que Adolfo acabó retratado en las dos cajas junto a la pareja y su simpática mascota.

Ha sido la primera ocasión en la que hemos podido versionar por dos ilustradores los momentos de una misma boda. Nos lo hemos pasado muy bien haciéndolas y seguimos abiertos a retos y planteamientos que no hemos hecho antes como este.

Diseño de producto: Tania Acuña

Ilustraciones: Julio Antonio Blasco y Tania Acuña

Fotos: Adolfo López

Mobiliario: Masis